Conocer las alteraciones neurológicas que pueden sufrir las personas con síndrome de Williams.
Explicar cómo hacer frente a los diferentes retos que han de superar.
Reconocer la existencia de una asimetría en el desarrollo cognitivo de los niños con SW, diferenciando entre áreas conservadas y áreas con déficit.
Reconocer las principales áreas de dificultad académica: razonamiento lógico-matemático, orientación visoespacial y lectoescritura.
Desarrollo general
Los niños con Síndrome de Williams suelen tener un desarrollo más lento que otros niños. Su capacidad intelectual puede variar de leve a moderadamente baja y no todas las áreas del desarrollo se ven afectadas por igual.
Habilidades motoras y espaciales
Desde pequeños pueden presentar dificultades en el equilibrio, la coordinación de los movimientos y para orientarse en el espacio, lo cual afecta su movilidad y autonomía.
Lenguaje y comunicación
Tienen un lenguaje que llama la atención porque usan muchas palabras y se expresan con entusiasmo. Sin embargo, les cuesta entender bien lo que les dicen y utilizar el lenguaje de forma adecuada en las conversaciones.
Relaciones sociales
Son niños muy sociables, cariñosos y amables, sobre todo con adultos, aunque no los conozcan. Sin embargo, pueden tener más dificultades para relacionarse con otros niños de su edad.
Aprendizaje en la escuela
En el ámbito escolar, suelen tener problemas con las matemáticas, la lectura y la escritura. También les cuesta mantener la atención y, a veces, son impulsivos o muy activos, lo que puede dificultar su rendimiento.
Dentro del ámbito escolar existen equipos especializados para la evaluación y detección de las necesidades educativas de los alumnos. LOS EQUIPOS DE ORIENTACIÓN Y EVALUACIÓN PSICOPEDAGÓGICA son equipos multidisciplinares que ayudarán a coordinar las actuaciones de los distintos profesionales que intervienen con el alumno tanto dentro como fuera del colegio. En la mayoría de los centros educativos existen maestros especializados de pedagogía terapéutica y de audición y lenguaje. Además, en los últimos años, la administración educativa ha ido incorporando maestros de apoyo y profesionales para la detección temprana de las necesidades en el ámbito educativo.
Emociones y ansiedad
Es común que experimenten ansiedad o nerviosismo. Por eso, es importante que reciban apoyo emocional constante, paciencia y un entorno familiar comprensivo que les ayude a sentirse seguros.
Todos estos aspectos son evaluados y forman parte del Plan Individual de Intervención, priorizando aquellos que suponen un reto mayor para el niño. El papel de la familia, padres y cuidadores debe centrarse en ofrecer un entorno estimulante para acompañar la intervención de los especialistas y conseguir los objetivos que plantean.
Algunos de los aspectos que en esta sesión se exponen ya han sido desarrollados de forma más extensa y específica en sesiones anteriores. Por ello, en esta última sesión nos centraremos básicamente en la contribución en los siguientes ámbitos: desarrollo cognitivo, aprendizaje en la escuela y emociones.
Desarrollo cognitivo; existen numerosas teorías que explican el desarrollo cognitivo, pero hay algunos mitos que deben evitarse:
El nivel de inteligencia depende de los genes. Está comprobado que el entorno juega un papel fundamental en el desarrollo de habilidades intelectuales, especialmente en los niños. Proporcionar un entorno rico en experiencias y estimulante favorece el desarrollo intelectual.
La inteligencia es estática y no puede mejorar. La inteligencia es un constructo complejo que puede desarrollarse y mejorar a lo largo del tiempo. Con el apoyo adecuado, los niños pueden desarrollar sus habilidades intelectuales y alcanzar su máximo potencial. La inteligencia se vuelve más eficaz cuanto más se emplea y estimula.
El CI de un niño determina lo inteligente que es. Como hemos dicho en el punto anterior, la inteligencia es un constructo complejo. Las pruebas que determinan el CI de un niño en ocasiones no tienen en cuenta aspectos como los señalados por Howard Gardner quien postula que existen inteligencias como la lingüística, matemática, espacial, corporal, musical, naturalista, intrapersonal e interpersonal. A esta definición le podemos añadir la inteligencia emocional que es la capacidad de manejar nuestras propias emociones y reconocer las ajenas.
Como padres debemos estimular aquella habilidad que no es el punto fuerte del niño. Es cierto que deberíamos ayudar a desarrollar aquellas habilidades que suponen un reto, pero no es menos cierto que debemos potenciar las habilidades innatas como puede ser la inteligencia musical en el caso de estos niños.
Definir la inteligencia es simple, sería la capacidad de razonar y pensar de forma abstracta. Aunque es muy complicado encontrar una definición de inteligencia que satisfaga a todos los investigadores, parece que un hecho claro es que estaría relacionada con la capacidad de la persona de analizar, aprender, resolver situaciones de todo tipo dentro del contexto en el que vive. Las habilidades de una persona tienen sentido si le sirven para integrarse y participar adecuadamente ante las situaciones sociales que se le plantean.
Emociones, la gran mayoría de niños afectados por síndrome de Williams tienen tendencia a desarrollar problemas de ansiedad. Estos problemas pueden estar desencadenados por múltiples situaciones:
Pese a caracterizarse por ser niños extremadamente sociables por regla general, algunas de las situaciones sociales con las que no se encuentren familiarizados pueden desencadenarles ansiedad sintiéndose muy agobiados. Frecuentemente, puede acompañarse de dificultad para entender lo que la otra persona está sintiendo o pensando.
La gran mayoría de los niños con SW prefieren tener una rutina establecida para saber de forma anticipada lo que va a ocurrir. En caso de que ocurriera algún cambio, podrían desarrollar altos niveles de ansiedad y enfado.
La sensibilidad sensorial es algo también muy común, especialmente a los sonidos altos.
Las fobias es otro rasgo muy común en los niños con síndrome de Williams, estas suelen ser a sonidos elevados, procedimientos médicos...
Por último, estos niños tienden a la perseverancia en aquellos temas favoritos que dominan y de los que pueden hablar de forma reiterada.
Ibarrola B. Correprisas y Tumbona. Ediciones SM; 2007.
Ibarrola B. Simbo y el rey hablador. Ediciones SM; 2008.
Ibarrola B, de Davalillo BIL. Cuentos para descubrir las inteligencias. Ediciones SM, Madrid edición; 2012.